Eran las 13 horas con 45 minutos de una tarde de lunes, el momento había llegado, era el momento de los sueños, de las ilusiones, de los viejos anhelos, de tomar el auto, de llamar al amigo, del taxista que tiene hambre, del licenciado que se chupa los dedos, de tortear a mano, de poner la carne en el asador; era el momento del juego más hermoso que el hombre haya creado…………el taqueo.
Las coordenadas: Venezuela y Vidrio. El Templo: Las Ahumaderas.
El protagonista: un menú tan variado como contundente. Uno a uno desfilan ante nuestros sentidos la carne asada, el chicharrón, chorizo, adobada, y el elaborado alambre para ofrecernos una amplia gama de posibilidades en forma de tacos, quesadillas, gringas, sopes, el explosivo volcán y la poderosísima orden mixta.
Pero ¿Qué es un taco sin salsa? ¿Qué es un puesto sin un taquero chevere?
Y es que las florituras agregadas son tan exquisitas como los protagonistas principales, salsas que son elixires de vida y la atención de Verito que te hace sentir como en casa. Así es como Las Ahumaderas nos guían a través de un torbellino de sensaciones, colores, aromas y sabores que al final del encuentro y después de entrarle con ganas nos hacen exclamar…………arriba yo! Mi apá!.....y Las Ahumaderas!!!
Tacos Don Chava.
Hace 7 años